domingo, 29 de julio de 2012

50 Sombras más oscuras - E.L. James


Más de lo mismo, un pastelazo impresionante, y eso que soy defensora a muerte de la novela romántica. Es verdad que la base de todo género de novela es la imaginación, pero una imaginación que no colinde con lo absurdo. 

Al leer 50 sombras más oscuras he tenido la sensación de que estaba leyendo:

  • 500 hojas del día a día de una relación simple y corriente, nada nuevo.
  • 500 frases iguales, repetitivas, constantes, insoportables como: "la diosa que llevo dentro, mi subconsciente, mirada penetrante, que guapo es ese hombre", etc. etc. etc.
  • 500 situaciones totalmente inverosímiles como: el acoso que sufre Ana por cada hombre que la conoce, especialmente su jefe. El accidente de Christian en su helicóptero, del cual sale indemne. El hecho de que durante toda su vida ha practicado el sado y a las dos semanas de conocer a Ana decide dejarlo. El que un psicólogo hable sobre los problemas de un paciente con su novia. La mega fortuna de Grey creada en tan pocos años, El trepidante ascenso de Ana en su trabajo que no se lo puede creer nadie. etc. 
  • 5000 páginas de sexo sin alma.
He leído a muchísimos autores de literatura erótica y creo que L.E.James tendría que poner más ahínco en este aspecto. No hace falta escribir páginas y páginas de lo mismo, como lectora pienso que a veces sin tantas palabras se llega a más. Por poner un ejemplo Lena Valenti, crea un mundo totalmente mágico y utiliza el erotismo de una manera inigualable.
En conclusión, la primera parte de esta trilogía, no me gustó pero tampoco me disgustó, la recomendé porque el final me enganchó para leer su continuación.
Pero luego de hacerlo sólo puedo decir que 50 sombras más oscuras, produce sentimientos extremos - quizás sea por eso que ha vendido  tanto -. O lo adoras, o lo odias con todas tus fuerzas.

No leeré la tercera y última parte.

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