domingo, 31 de marzo de 2019

Cariño, cuánto te odio - Sally Thorne

¡Hellooooo Bookseekers! ¿Cómo ha ido la semana? la mía estupendamente bien y una de las cosas por la que ha ido así, es que  he leído, "Cariño, cuánto te odio de Sally Thorne"
Deciros que leerlo ha sido como haber encontrado un vaso de agua en pleno desierto. Es decir, un verdadero, positivo, placentero e inolvidable descubrimiento.

SINOPSIS

Lucy Hutton es la asistente de una editora de la vieja escuela, preocupada por la calidad de los títulos que publica. La editora se ve obligada a fusionar su pequeña editorial con una gran editorial comercial, y Lucy se ve obligada a trabajar con Joshua Templeman, el asistente del editor en jefe de la otra editorial, preocupado únicamente por las ventas. Lucy y Joshua se convierten inmediatamente en enemigos, pero del odio al amor ya sabemos que hay sólo un paso…

PERSONAJES

En realidad, "Cariño, cuánto te odio de Sally Thorne", lo hacen solo dos personas: Lucy y Joshua más otros pocos personajes secundarios casi inexistentes. 
Los dos son extremos opuestos, querer demostrar más antipatía entre ellos es imposible.
Lucy es conservadora, sentimental, inteligente, compasiva, virtuosa y muy pero que muy ingeniosa. Joshua, en cambio: frío, asertivo, riguroso, inflexible, posee un pragmatismo que roza lo enfermizo, muy poco dado a sentimentalismos y al trato social con el mundo en general. 
Los dos, juntos en una oficina, cada uno luchando por lo que considera lo más importante en su vida profesional. Los dos en bandos contrarios, los dos intentando por todos los medios hacerse con el control de una editorial fruto de dos empresas fusionadas. Ambos sirviendo a jefes distintos y por lo tanto, ambos enfrentados. 
La tensión es extrema, tanto que la tirantez que tienen Lucy y Joshua entre ellos llega a niveles sorprendentes como vivir el día a día con un único objetivo... hacer la vida del otro un verdadero infierno.
Si me hicieran elegir entre los dos, elegiría a Lucy, por su genialidad al describir las situaciones, por su ironía, por su ambigüedad entre el bien y el mal, por toda ella. ¡Cómo me he reído con sus diálogos externos e internos! ¡qué graciosa es! me ha encantado.
Joshua también es protagonista absoluto del bando contrario, un antisocial a tiempo completo. Me encantó que pese a representar frialdad, indiferencia y pasotismo, en momentos contados demuestra toda la pasión e intensidad que lleva dentro. Me gustó mucho también, lo celoso que es, pese a creerse el rey del mundo en su interior teme desesperadamente perder a algo o a alguien.
De los personajes secundarios, no hay mucho que decir, son apenas expuestos para dar protagonismo a los dos principales.

TRAMA

Si hay algo que quizás encontré flojo en el libro, ese algo es la trama. Realmente no hay nada extraordinario en ella. Dos personas diferentes entre sí que se enamoran y punto. Eso eso todo, no hay misterio, no hay intriga, no hay suspense. Pero lo que sí hay es mucho, mucho humor y situaciones enrevesadas, que provocan mucha gracia. 
El leer "Cariño, cuánto te odio" me recordó a las comedias francesas que tienen un punto álgido en el reírse de uno mismo. 

ESTILO

Un diez redondo. Esa es mi nota para calificar su estilo porque precisamente el estilo es lo que hace de "Cariño, cuánto te odio" algo diferente. La autora tiene una prosa muy particular, que describe cada situación de una manera sencilla y entretenida. Palabras comunes nada rebuscadas, frases bien estructuradas y simples con un argot del día a día. Dicho de otra manera, si Sally Thorne hubiera escrito un libro de matemáticas, todos seríamos expertos en esa materia. Y no solo eso, sino que también, lo leyéramos una y otra vez por lo bien que nos haría sentir las matemáticas.

OPINIÓN

¡Me ha encantado, me ha encantado! me he reído muchísimo con este libro y conste que mi sentido de humor es muy, muy raro. Carcajadas y sonrisas en cada momento, es lo que me ha producido "Cariño, cuánto te odio". Me lo he zampado en menos de tres días y cuando lo he terminado me ha dado mucha tristeza porque los buenos momentos había llegado a su fin. 
Sin lugar a ninguna duda la recomiendo, siempre es bueno reír y cuando la lectura no solo te entretiene y te hace soñar, sino que además, no paras de releer cada frase por lo bien escritas que están, esa lectura se convierte en obligatoria.

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