viernes, 4 de mayo de 2018

Calla, nenita, calla - Tania Sexton


Corre la década de los cincuenta, y para una muchacha como Bárbara no va a ser fácil salir adelante. Solo tiene quince años, es inocente, buena y con una belleza deslumbrante, y lo único que desea es trabajar y ganarse su sustento para poder abandonar la casa de su tía y evitar que su tío la seduzca o, mucho peor, la viole.
Manuel Oliveira es un viudo de casi cuarenta años, comprometido con una bella mujer y dueño de esa casa donde Bárbara va a pernoctar, gracias a su amiga Natalia. Y cuando la conoce, a pesar de quedar prendado por la belleza de esa preciosa cría, ni se le pasa por la mente que él vaya a perder la cabeza por una muchacha que es más joven que su propia hija.
Ese mundo que él controla con mano férrea dará un giro total, haciendo que se comporte como nunca lo había hecho, sin importarle el daño que pueda causar y sin calibrar las consecuencias que tendrá en un futuro.
Francamente no sé cómo empezar esta reseña, supongo que debo hacerlo por el principio, es decir, contaros por qué decidí leer este libro. 
La decisión la tomé por varios motivos, uno de ellos fue lo llamativo de su título, "Calla, nenita, calla" te da una idea muy ambigua del argumento que incentiva tu curiosidad por conocer la historia. Y luego, lo clara, precisa y bien escrita que está su sinopsis, terminó por convencerme, del todo, que debía leerlo. 
Tania Sexton, plantea un argumento muy poco utilizado en novela romántica. La relación entre un hombre maduro que ronda los cuarenta con una pre-adolescente de apenas quince años. 
Pese a que el inicio de la historia lo encontré un poco lento, transcurridas unas cuantas páginas, la trama dio un vuelco sorprendente y es entonces que me di cuenta de que esta novela no solo estaba compuesta de una historia de amor, sino que además planteaba temas sociales muy delicados tanto para la época en la que estaba ambientada, años cincuenta, como para la actual.

PERSONAJES Y ARGUMENTO
Bárbara es el personaje femenino principal de "Calla, nenita, calla". Cuando pierde a sus padres siendo niña, se ve obligada a vivir en casa de su tía. Su belleza es innegable y, conforme va creciendo, este atributo se transformará en uno de sus peores enemigos por la atracción desmedida que provoca en el sexo opuesto y por la tremenda envidia que genera entre las mujeres. 
El desarrollo precoz de su cuerpo despierta un deseo irrefrenable en su tío, quien, a la primera oportunidad que se le presenta, intenta abusar de ella. Bárbara decide, entonces, abandonar la casa que la acogió de niña y pide ayuda a Natalia -su amiga-, quien consigue que trabaje con ella en el servicio de la casa de Manuel Oliveira, un viudo millonario, padre de dos hijos y comprometido con Olga.
Cuando Manuel conoce a Bárbara, no puede ni sospechar que aquella niña de quince años va a cambiar su vida para siempre, ni tampoco que, por ella, será capaz de cometer actos fuera de toda lógica y razón.
Los pequeños encuentros entre los dos, que al principio son cordiales y respetuosos, pronto se ven ensombrecidos por la sombra del salvaje y irrefrenable deseo que Manuel empieza a sentir por la chiquilla. Su cuerpo, su cara, su boca, su pelo, son el dulce prohibido que lo tienta constantemente.
Además, su experiencia le dice que Bárbara tampoco le es completamente indiferente. Puede percibir su nerviosismo, su rubor, su temblor cuando él está cerca y eso lejos de alejarlo, lo atrae sin remedio.
Manuel sabe que sucumbir a esa temible tentación... es solo cuestión de tiempo.
Ni siquiera el tener certeza de que su hijo está enamorándose de Bárbara, será capaz de refrenar la locura de convertirla en su amante.

Y hasta aquí puedo llegar porque de lo contrario corro el riesgo de revelar información que el lector debe descubrir por sí mismo.

Debo apuntar que no existe ningún personaje secundario en la novela del cual se pueda prescindir. Todos constituyen pilares importantísimos en la construcción de toda la trama.

Tania Sexton, tiene una habilidad impresionante para relatar erotismo de alto nivel entre una pareja, cuya unión de por sí, puede herir la sensibilidad del lector, y no caer en el mal gusto ni en la morbosidad. 
Si hay algo que me ha impresionado de la autora es su pericia y destreza para usar palabras que, en otro contexto, serían mal sonantes y transformarlas en fina literatura erótica.
También me he llevado una agradable sorpresa por su estilo claro, preciso y depurado, que hacen que el ritmo de lectura sea agradable y entretenido.

Quizás, lo único que no terminó de convencerme del todo es el final, que aunque no fue el que me lo esperaba, tampoco fue del todo creíble.

En conclusión, "Calla, nenita, calla" me ha encantado. La recomiendo sin lugar a dudas, especialmente para personas con mente abierta, que gusten de tramas rompedoras y fuertes. No los defraudará.

1 comentario:

  1. Hola. Me encantó la novela 📖
    Pero yo quería que se quedara con Manuel. Como me dolió que se muriera

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