Amelia Gray, es contratada para restaurar el cementerio de Oak Groves en Charleston - Carolina del Sur.
No hay nadie mejor que ella para realizar este trabajo. Amelia, ha crecido en medio de cementerios. Su padre, un antiguo restaurador, se encargó de trasmitir todos los conocimientos de la profesión a su pequeña hija, desde muy temprana edad. De él, no sólo ha heredado su vocación, sino también, un don que se convierte en una una maldición, Amelia, es capaz de ver fantasmas, los siente, los percibe, aunque toda su vida se ha dedicado a fingir que no lo hace. Para cumplir este propósito, cuenta con una única arma, la de respetar a rajatabla cuatro normas inviolables dictadas por su padre:
No hay nadie mejor que ella para realizar este trabajo. Amelia, ha crecido en medio de cementerios. Su padre, un antiguo restaurador, se encargó de trasmitir todos los conocimientos de la profesión a su pequeña hija, desde muy temprana edad. De él, no sólo ha heredado su vocación, sino también, un don que se convierte en una una maldición, Amelia, es capaz de ver fantasmas, los siente, los percibe, aunque toda su vida se ha dedicado a fingir que no lo hace. Para cumplir este propósito, cuenta con una única arma, la de respetar a rajatabla cuatro normas inviolables dictadas por su padre:
- Nunca alejarse demasiado de campos sagrados.
- Nunca reconocer la presencia de un fantasma.
- Nunca relacionarse con personas acechadas.
- Y nunca, bajo ninguna circunstancia tentar al destino.
Pero todo cambia cuando se produce una asesinato en Oak Groves. El detective asignado al caso - John Devlin - pide su colaboración porque nadie mejor que ella, conoce la distribución del cementerio. Para Amelia, esta situación podría ser incluso normal, salvo por un pequeño detalle, descubre que el detective está siendo acechado por dos fantasmas y aún así se siente irrefrenable-mente atraída hacia él.
OPINIÓN
Nunca me ha gustado la literatura de terror, ni nada que se le parezca, es más, suelo desechar, de mi lista de lectura, todo lo que esté relacionado con este género. Sin embargo, empecé a leerlo porque ningún otro libro de los que tenía a mano, me llamaba la atención. Y ha pasado lo que siempre pasa cuando tus expectativas no son altas, que el libro te termina fascinando.
He experimentado verdadero miedo al leerlo, han habido momentos que me visualizaba en el papel de la protagonista y sentía verdadera angustia, los asesinatos son tan bien descritos que en lugar de leerlos piensas que estás observándolos en una fotografía, los detalles de tumbas, mausoleos, criptas, cuevas, etc. son detallados de una manera muy explícita. También he percibido en propia piel, esa pausada, lenta pero imparable atracción que siente por el enigmático, misterioso y desdichado detective, acechado por los fantasmas de su ex-mujer y de su hija pequeña.
Pese a sentir tanto miedo, seguí leyendo por varias razones: porque la trama es impresionante, el suspenso es arrollador, no puedes quedarte sin saber qué es lo que acontecerá en la vida de los protagonistas, sin saber quién es la persona que comete los asesinatos, etc. Además la historia de amor tan sutil y fuerte a la vez, te hace pensar que estás leyendo un clásico inolvidable. Devlin es un personaje tan enigmático, tan atormentado que ni siquiera sospecha lo que la presencia de Amelia, causará en su vida.
Recomendable totalmente.
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