viernes, 28 de diciembre de 2012

Las cosas que no nos dijimos - Marc Levy

SINOPSIS

La noticia del fallecimiento de su padre sorprende a Julia, justo un par de días antes de su boda, por lo que decide suspenderla. Poco tiempo después, le dejan un misterioso  paquete en su casa, cuyo contenido cambiará el rumbo de su vida para siempre, le hará replantearse no sólo la relación sentimental con su futuro marido, sino la mala, tortuosa y eterna disputa con su difunto padre. Por si fuera poco, llegará a sus manos una carta fechada 17 años atrás, una carta que precisaba respuesta, una carta que pese a los años transcurridos, aún precisa respuesta. 

OPINIÓN

¿Cuántas personas desearíamos tener una última oportunidad, para decir aquello que no pudimos, a alguien importante en nuestra vida?
¿Cuántos anhelaríamos escuchar una explicación que en su momento no nos dieron?
¿Cuántos quisiéramos saber los errores que cometimos y que sin darnos cuenta, hirieron a la persona que más amábamos en el mundo?

Intensa, frágil, emotiva, deliciosa, intrigante, sugestiva y sobre todo muy muy humana, todo esto y más, reúne Marc Levy en Las cosas que no nos dijimos.


Personajes pintorescos pero al mismo tiempo cotidianos, conforman el elenco de esta entretenida historia. Julia, aparentemente decida, pretende demostrar indiferencia a la mala relación que mantiene con su padre durante tantos años. Intenta convencerse que tiene su vida organizada y que ha aprendido de todos los errores de antaño.

Anthony quiere recuperar todo el tiempo perdido con su hija Julia, su ausencia, sus silencios pero sobre todo justificar sus actos, lástima que tiempo es precisamente lo que no tiene.
Adam, novio de Julia, casi invisible en toda la historia.
Thomas... mejor no describirlo por miedo a cometer un spoiler.  


Me ha encantado esta novela, pese a que al principio, me pareció que bordeaba un poco lo ridículo, por la manera en que el personaje paterno se introduce en la trama.  Luego, sin embargo, descubrí una encantadora historia, que llegó a emocionarme tanto, que incluso, no faltaron lágrimas.

Estoy segura que todos quisiéramos una segunda oportunidad, yo la primera, me gustaría decir lo que un día no pude decir, me gustaría pedir el perdón que la cobardía un día me lo impidió. Sí, una segunda oportunidad y el mundo fuera distinto.



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