Creo
sinceramente que las modas, ya sea en vestir, en comer, o como en este caso, en
escribir "trilogías", a veces nos afectan para bien y otras para mal, por ejemplo: hasta
hace poco nuestras librerías se inundaban de novela negra escrita por suecos,
los Larsson tapizaban todas las estanterías. Luego hicieron aparición los
vampiros, hombres lobos, ángeles, musas, etc. con escritores de alto standing
como Stephanie Meyer o Lena Valenti. Ahora parece ser que es el turno de la
novela erótica combinada con amor-flechazo a primera vista – sin nada más que
aportar - tal es el caso de No te escondo nada de Sylvia Day.
Primero
fueron las sombras del acaudalado Christiam Grey y ahora, las pesadillas
misteriosas y peligrosas de Gideon Cross, primero fue la sosa Anastasia Steel y
ahora, la celosa y traumatizada Eva Tramell. Hombres millonarísimos que han
creado su fortuna antes de los treinta, que se enamoran perdidamente de mujeres
encontradas al azar - un tropiezo -, que pierden la cabeza cuando tienen su
primer encuentro sexual aunque paradójica-mente se supone que son
bellísimos y que sexo es precisamente lo que nos les falta, los dos tienen un
pasado misterioso que los ha mantenido en completa soledad. De ellas no hay
mucho que decir, aunque pretenden ser las protagonistas principales, llegan
sólo a protagonistas secundarias, ni siquiera el alternar con el sadomasoquismo
las libra de ser tan sólo adjuntas a los protagonistas principales… ellos.
Eché en
falta:
·
Un argumento
interesante: se puede escribir erotismo pero no erotismo sin más y sobre todo el
erotismo no debe caer en lo vulgar.
·
Intriga,
pensar en qué podía ser o pensar cómo pudo la autora escribir frases tan bellas.
·
Personajes
que no sean tan ficticios. Me ha sido más fácil creer en los vampiros y hombres
lobos que en los personajes que plantea este libro.
·
Investigación:
especialmente si se tocan temas tan importantes como el sado, la violación, el
maltrato, etc.
·
Emoción,
querer llorar, querer reír, que me falte el aire y que no quiere que llegue el
fin.
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