lunes, 26 de julio de 2010

Martes con mi viejo profesor - Mitch Albom



Ayer terminé de leer este libro y me resulta difícil dar mi opinión sobre su contenido por muchas razones; una de ellas es porque es una biografía y por lo tanto, no soy nadie para juzgar si las vivencias y experiencias de un ser humano son buenas o malas o si están escritas bien o mal porque son transcritas tal y como suceden, toda opinión que yo vierta sobre su personaje sería vana, fútil, frívola porque estamos hablando de una víctima del ELA (Esclerósis Lateral Amiotrófica) y solamente las que la padecen podrían aclarar, apuntar, corregir o simplemente corrobar esta historia.
Lo que sí puedo hacer es escribir lo que me transmitió la historia de Morrie Schwartz, una mezcla de desesperación y al mismo tiempo paz, una mezcla de dolor y al mismo tiempo consuelo, una mezcla de fin y al mismo tiempo de inicio. Al cerrar el libro me pregunté si sería capaz de ver el mundo como Scwartz lo vio los últimos días de su vida, si sería capaz de transformar la oscuridad del profundo pozo en el que te sumerges cuando sufres y enfermas por un sitio con luz. No me supe responder. La visión que tiene el viejo profesor del mundo sólo se consigue experimentando tanto dolor, tanta agonía.
Mi calificación 8/10.

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