Pero sabemos de memoria que ni la razón ni la lógica importan al corazón,
él, pasa de todo lo que está escrito y de todo lo que está dicho, se mueve a su
manera y según su capricho, nadie puede decir lo que hará ni lo que sentirá, si
hay algo en el mundo que es totalmente impredecible, más que el tiempo, más que
el pensamiento... ese es el corazón.
Así que el corazón de estos dos personajes por más que luchan con todo su ser por odiarse, por más que les sobran motivos para querer acabar con esa persona que tanto les atormenta, que es la causante de todos sus males, no lo consiguen, todo lo contrario, por cada paso que dan para alejarse el uno del otro, el corazón teje mil hilos a su alrededor uniéndolos inexorablemente.
Así que el corazón de estos dos personajes por más que luchan con todo su ser por odiarse, por más que les sobran motivos para querer acabar con esa persona que tanto les atormenta, que es la causante de todos sus males, no lo consiguen, todo lo contrario, por cada paso que dan para alejarse el uno del otro, el corazón teje mil hilos a su alrededor uniéndolos inexorablemente.
Me gustó mucho este libro porque logró que sienta estar enamorada, esa dulce
angustia que te atormenta cuando ves a la persona que amas, esa añoranza que te
destroza cuando estás lejos de ella, ese buscar excusas tontas y absurdas para
encontrarte con ella.
Ibirika es distinta porque dice frases bastante escuchadas de una manera
diferente, habla de un tema trillado y lo convierte en primicia, describe
sentimientos cotidianos y los transforma en sensaciones por descubrir.
Recomendable sin lugar a dudas para personas con mucha sensibilidad, para
personas que crean que todavía existe esta clase de amor que muchos han
olvidado, incluso yo.
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